Seamos admirables en un mundo rabioso
Proverbios 19:11
La cordura del hombre detiene su furor, y es un honor para él pasar por alto la ofensa.
Creo innecesario hacer una introducción respecto a la conducta de la gente hoy día. Todos los que leemos este artículo ya hemos sido testigos del furor y la ira de las personas en las calles. Incluso algunos hemos sido victimas de alguien, o bien, hemos perdido la cordura delante de alguien y caímos en la pena o vergüenza de no saber controlar nuestras emociones.
El mundo ya no tiene control. Las personas encuentran en otras una oportunidad para descargar su furia, no importa cuan alto sea el precio de la consecuencia.
Nunca, nunca en la historia de la humanidad hubo tantas herramientas humanas o no, que tratarán los temperamentos para llevar a la gente a un dominio de sus emociones, o acercarse a un buen manejo de las reacciones del día a día y poder así ser mejores personas.
Curiosamente las noticias demuestran que la mayoría de aquellas personas siguen perdiendo la batalla, y en alguna esquina, tienda, servicio de transporte público o área de trabajo, dejó ver su lado de locura y su terrible reacción emocional, aunque ya después no se pueda devolver el tiempo para evitar aquel episodio.
¿Qué dice la Biblia? ¿Qué dijo Jesús? ¿Qué enseña el nuevo testamento?
La biblia nos ha enseñado que no nos va bien cuando rápidamente nos enojamos.
Generalmente cuando el Señor nos da permiso de enojarnos, no lo hacemos, y cuando se nos llama a mantener la cordura, la perdemos. El pasaje arriba dice que es admirable cuando un hombre ignora la ofensa que le han hecho.
Este tema a todos nos cuesta. Algunos de nosotros nos cuesta más que a otros. Yo mismo como pastor, a veces me he dicho: ¿Por qué tome eso personal? ¿Por que me salí tan rápido?. Esto me ha llevado a revisar mi inteligencia espiritual.
Proverbios 29:22 dice que el que se enoja constantemente nunca sale de problemas, y el que se enfurece con regularidad termina en constante pecado.
El salmo 37:8 dice que dejemos la ira y desechemos el enojo. No se ve bien alguien que constantemente se enoja o se enfurece. Los creyentes deben luchar contra las iras y los enojos.
Jesús se enojó abiertamente, según texto bíblico, una vez cuando en la casa del Señor había un desorden y abuso respecto a negocios impropios en el templo, ( San Marcos 11:15). Enojo muy bien justificado. Pero Jesús era afable, manso, noble, y pasaba por alto las ofensas de sus adversarios.
Pablo le escribe a los efesios 4:32 sobre esto y les dice: Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.
Además dice Pablo en efesios 4:26, que si nos vamos a enojar, procuremos no pecar en contra de otros, ni dar lugar al enemigo que ama seguramente el vernos acusados y siendo culpables de un bochorno emocional.
Así que:
- Oremos a Dios para que nos ayude a pasar por alto ofensas.
- Pidamos al Espíritu de Dios que nos enseñe a buscar el honor y la dignidad humana antes de caer en una vergüenza o ridículo de un momento.
- Desarrollemos nuestra inteligencia emocional y espiritual ante circunstancias de las que probablemente no estemos listos para enfrentar.
- Tengamos presentes que alguna conducta, alguna palabra, o alguna furia que salga de mi, puede perseguirme toda la vida como una mancha que no se puede limpiar.
- Antes de salir de nuestra casa, oremos en el Espíritu para no tomar algunas cosas como personales, y dejar ver el dominio propio y la cordura que solo Dios nos puede dar