Onésimo y su segunda oportunidad.
Carta de Pablo a Filemón.
Pastor Randall Gamboa Guillén.
Muy poco conocida la carta de Filemón, incluso se ha escuchado no mucho de ella desde los púlpitos, la carta del apóstol Pablo a su amigo Filemón sigue siendo una carta ética, de consuelo, de amor fraternal y de segundas oportunidades dentro de la familia de creyentes en Cristo.
El corazón de la carta a Filemón muestra como Pablo intercede por Onésimo, un muchacho que se había entregado a Cristo en las prisiones del apóstol. Además este intercede por él, delante de Filemón por medio de carta y le pide por favor que lo perdone, que lo vuelva a recibir y que si le debe algo que el mismo se lo pagará.
La relación entre Filemón y Onésimo anteriormente era de amo-esclavo.
Posiblemente Filemón recibe la carta del mismo Onésimo.
Después de un saludo caluroso, y de felicitaciones hacia Filemón por cuidar la Iglesia que esta en su casa, Pablo le quiere enviar a Onésimo de vuelta. El versículo 15 muestra que Onésimo fue un siervo, o esclavo de Filemón y que huyó de la casa de su amo, por alguna razón. No es muy claro en la Biblia porque salió de la casa, pero lo que si sabemos es que salió mal porque el mismo Pablo le ruega que lo reciba de nuevo, pero que ya no como esclavo sino como hermano en Cristo, pues Onésimo había entregado su vida a Cristo junto con Pablo y ahora era un nueva criatura.
El asunto grave es que Onésimo había deshonrado o defraudado a su antiguo amo Filemón en algo, y Pablo intencionalmente lo vuelve a enviar allá, posiblemente en la región de Colosas de donde era Filemón, para que pueda tener una segunda oportunidad y pueda así dejar en el pasado lo sucedido. El mismo Pablo le dice que si el daño que le provocó el joven es alto, que se lo apunte pues el mismo esta dispuesto a pagarlo. Aunque a veces este tipo de encuentros no son tan fáciles, porque las ofensas o las desilusiones no son tan fáciles de superar.
Pero lo que si es claro, es que Pablo procura que haya un encuentro digno de hijos de Dios entre Onésimo el ofensor, y Filemón el amo ofendido.
¿Qué podemos sacar de esto los cristianos hoy día?
- En alguna parte de nuestra vida seremos ofensores para alguien.
- En alguna parte de nuestra vida seremos ofendidos por alguien.
- En algún momento tendremos la oportunidad de arreglar lo pasado.
- Y también en algún momento tendremos tendremos que perdonar y dar una segunda oportunidad a quien nos la pida.
No estamos diciendo que Filemón, al amo ofendido, corrió sonriendo a recibir a aquel "bandido", que lo había defraudado. Posiblemente le costó hacerlo. Esto significaba una gran enseñanza para el, pues era un servidor de Dios (eso dice el verso 7), que Filemón servía con entusiasmo a los hermanos en la fe, y era un hombre que mostraba mucho el amor de Cristo.
Si alguien en la Iglesia de Cristo debe dar segundas oportunidades, somos nosotros los que servimos al Señor, no solo porque es nuestro deber de amor, sino porque en algún momento de nuestra vida hemos tomado también de la fuente de las segundas oportunidades.
Jesús mostró su amor dando hasta terceras oportunidades a sus grandes amigos y pasó por alto negaciones, ofensas, traiciones, y besos falsos que provocaron aún su muerte.
Como hijos de El, aprendamos a pasar por alto, a perdonar, a recibir de nuevo a aquellos que no han sido tan fieles con nosotros, y cuando caminen de nuevo con nosotros, no mencionemos jamás lo sucedido para que podamos ser hijos de Dios, quien también un día echó a la mar todos nuestros pecados.
Pastor Randall Gamboa Guillén.
6 de Enero del 2023.
