martes, 22 de agosto de 2023

Cuando la codicia hunde y destruye a los hombres.

 Cuando la codicia hunde y destruye a los hombres.

Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos. Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han 
causado muchas heridas dolorosas.            1 Timoteo 6:6-9. NTV


En medio de todos aquellos consejos que el apóstol le da al muchacho Timoteo, en los que se encontraba como tratar a las viudas, y a los ancianos de la iglesia, Pablo le dice al joven pastor que se cuide de hombres envanecidos sobre la fe y que usan la piedad ( devoción a Dios), como fuente de ganancia.
La carta pastoral de Timoteo nos advierte que el amor al dinero es muy peligroso, y en su verdadero contexto, los hombres de aquel entonces aprovecharían la fe para querer enriquecerse. Pero, ¿ que pasa cuando el pueblo de Dios cae en esta trampa de la codicia?
Dice 1 Timoteo 6:6, que someternos a Dios y obedecer a su palabra es la verdadera riqueza de los creyentes, y si acompañamos esa sumisión a Dios con una actitud de contentamiento sería maravilloso y muy poderoso para no caer en la trampa y el engaño de las riquezas, del cual también nos habló Cristo Jesús en la parábola del sembrador, ( Mateo 13), cuando dijo que la semilla que cayó entre espinos se ahogó por el afán y el engaño de las riquezas.

Ahora bien, dice la palabra de Dios, que el dinero y las riquezas engañan a la gente. No siempre, pero generalmente si. Servir al dios de las riquezas es peligroso, porque personalmente pienso que nada más atractivo que tener seguridad y bienestar económica. Pero también puede terminar siendo una gran trampa que nos puede destruir y hacer que nuestra alma se pierda.
Pablo dice que el cristiano debe estar contento con lo que Dios le ha dado, y entiéndase contento como agradecido. Pablo no hace un llamado a la miseria, ni tampoco quiere que el pueblo de Dios camine en escasez,  porque todos los cristianos sabemos que cuando caminamos con Dios en obediencia las cosas que necesitamos siempre estarán ahí, y posiblemente más de lo que pedimos, porque Dios es muy bueno.
Pero el Señor nunca ha querido que su pueblo ponga los ojos en el dinero, las riquezas y que camine en desesperación por las cosas materiales. Porque para el Señor, la vida del hombre no consiste en lo que éste tenga o pueda tener, como algunos en este mundo han pensado que si tienen mucho pueden verse bien y ser aceptados por los demás.
El Dios que adoramos es el dueño de todo el oro y la plata del mundo, y siempre ha querido que el hombre le busque y le ame, por el gran amor que mostró a los pecadores en su Hijo Jesús, nunca por lo que El les pueda dar.
Añadido a esto, Pablo dice que cuando muramos no podremos llevar nada material a la tumba, exactamente así como cuando nacimos, que salimos del vientre de nuestra madre sin nada. 
Quiere decir que hoy tenemos más de lo que pedimos, y vestimos más de lo que algún día imaginamos, y esto debe producir gozo en nuestro espíritu al saber que tenemos un Dios muy generoso.
Pero en la acera del frente, tenemos a los que quieren enriquecerse, aquellos que nunca están conformes, desesperados por el tener, y dispuestos a pagar el precio que sea por conseguir aquello que le ha quitado el sueño. No importa lo que cueste, debo  tenerlo dicen algunos.
Según la Biblia, esto es un lazo, y una tentación en la que la mayoría cede fácilmente. No importa la cara que tenga, incluso puede ser una oportunidad de ganancia legal, pero puede terminar siendo una trampa. Algunas cosas son graduales, y el amor al dinero puede ir de menos a más hasta destruir la vida espiritual, la vida familiar o matrimonial de algunos.
Inclusive, el apóstol dice que el amor al dinero, es la fuente primera de muchos males. El amor al dinero hace que los hombres se maten entre ellos, y que pasen por encima de los débiles si es necesario. 
Las codicias necias hunden a los hombres, destruye todo aquello bueno que le rodeaba y hace que el alma de aquel también se pierda. 
Jesús dijo: ¿ de que el sirve al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma?  ( Mateo 16:26). No motivamos a la carencia, ni a la pobreza, pues nada más hermoso que una vida ordenada, con provisión de Dios y con solvencia para suplir algunas cosas, pero que todo esto este acompañado de contentamiento y agradecimiento delante de nuestro Dios.
No caigamos en la trampa, llevemos vidas piadosas y entregadas al Señor, cerrando la puerta constantemente a las codicias necias que pueden destruir nuestras vidas.

Pastor Randall Gamboa Guillen, San José, CR. 22 Agosto, 2023. 









miércoles, 9 de agosto de 2023

¿Quien te crees que eres? Pastor Randall Gamboa.

¿Usted que se cree, o que presume ser? 


Pastor Randall Gamboa Guillén

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga. Gálatas 6:1-5.



EL apóstol Pablo escribiendo a la iglesia de Galacia, y después de hablar de las obras de la carne, y como éstas batallan en contra del fruto del Espíritu, da un consejo digno de observar.

Pablo dice que los hermanos fallarían y cometerían faltas. En este grupo de hermanos, esta mi nombre y el suyo también.
Las faltas son propias de la iglesia, y hay mucho material bíblico para tratar, disciplinar, atender y restaurar las constantes fallas de los miembros de este cuerpo de Cristo que Dios ama tanto.

En Corinto había una iglesia muy desordenada, precipitada, con poca madurez, llena de contiendas, e incluso de inmoralidad y participación en actividades idolatras  ( 1 Corintios 1:11, 5:1, 10:21, 11:33, pero las cartas de Pablo sirvieron como vara de corrección para aquellos.

Al igual que Pablo escribe a la iglesia de Filipos, donde parecía que había un problema entre hermanas ( Filipenses 4:2, y es dice que sean de un mismo sentir. Como también el mismo Pablo tuvo un desacuerdo en Hechos 15:36, y se separó de Bernabé por causa de un hermano, pudiendo ser esto una falta de amor hacia Juan Marcos, quien fue el centro de controversia.
 
El mismo apóstol Pablo en Gálatas 2:11 reprendió a Pedro delante de varios hermanos, por una simulación hipócrita en la que arrastró a otros discípulos, menospreciando a los gentiles cuando estaba con los judíos.

¿ Pero que debemos hacer nosotros cuando vemos a otro cometer una falta o pecar?

Sin querer pasar por encima de todas aquellas normas disciplinarias, o líneas a seguir que pertenecen a cada iglesia local, o denominación en temas de faltas y pecados en medio de la iglesia, ( que son necesarias para el orden), quisiera más bien que hoy escucháramos el consejo de Pablo a los hermanos de Galacia.

  1. Si vemos a algún hermano sorprendido en algo que no esta bien según el orden de Dios, los que son espirituales deben ir donde el. y restaurarle con el espíritu correcto, que según Gálatas 6:1 debe ser con mansedumbre ( dulzura, bondad y buen tacto), eso no significa que la amonestación sea seria y confrontativa. Esta amonestación cuando es personal es mucho más provechosa y con alta probabilidad de que será agradecida por quien falló. La intención de la restauración es que quien cometió una falta vea a Dios en el hermano, y pueda dejar aquello para seguir su carrera de fe y poder hallar perdón de Dios.                                                                                                        
  2. Quien restaura al que cayó, debe ir donde aquel viéndose a si mismo, sabiendo que aquella falta pudo ser su falta. Cuando el hermano espiritual va a restaurar personalmente a alguien debe ir como otro creyente débil también, que puede mañana mismo estar en la misma situación o en otra más difícil. Personalmente pienso que, quienes entienden su humanidad y debilidad, y con mansedumbre buscan ayudar a solas a otros, la misericordia y la gracia de Dios le sostienen en su vida espiritual.                                                                                                                                        
  3. Por otra parte, quienes se presentan a la restauración de algún hermano caído, con prepotencia solo porque tiene algún puesto de liderazgo en la iglesia, y llega a atender al hermano con altivez religiosa como si el nunca estuviera expuesto a lo mismo, olvida neciamente que el apóstol Pablo dice que el mismo puede ser tentado y su exposición podría ser peor que la del primer hermano, por no haber tenido mansedumbre en la atención. Algunos atienden estos casos como pavos reales, que parecen ser animalitos normales, hasta que levantan su plumaje soberbio. ¿usted que se cree? Aquel se esta engañando a si mismo, pues cree ser algo no siendo nada, (verso 3).             
  4. Pablo dice que sobrellevemos las cargas los unos de los otros.( verso 2), y así cumplimos la ley de Cristo, de llevar las dificultades, las debilidades, y las luchas de otros hermanos sobre nuestros hombros. Esto sería orando unos por otros, aconsejándonos, exhortándonos, vigilándonos, amonestándonos unos con otros, y entendiendo que cada uno de nosotros somos hijos de Dios con luchas distintas, pero con la gracia de Dios cubriendo multitud de faltas.                                   
  5. Por último, el apóstol Pablo en el verso 4, dice que cada uno de nosotros debe someter a prueba la obra personal. Esto quiere decir que todos tenemos un trabajo de prioridad, y es el de cuidar nuestra vida personal. Revisando nuestras vidas, nuestras obras, y viendo de cerca nuestra debilidad, nos daremos cuenta que tenemos mucho trabajo, antes de andar prestando atención a las luchas de otros, excepto que sea para restaurar la vida de los demás.
Dios nos ayude como servidores de Dios, a acercarnos aquellos que mientras caminan con Dios fallan, y cometen faltas que pueden hacerse hábitos de pecado en sus vidas y así evitar malos testimonios.

Dios nos dé de su Espíritu para atender con mansedumbre y sabiduría casos difíciles en donde el testimonio de la Iglesia puede verse afectada, y podamos hacer regresar del error a nuestros hermanos.

Dios nos ayude para que cada vez que vayamos a atender y aconsejar a algún hermano, veamos hacia adentro primero y reconociendo nuestra debilidad, seamos mas instrumentos de Dios en la restauración personal de otros.

Dios les bendiga.



Pastor Randall Gamboa G.
San Jose CR. 
randallgamboa20@yahoo.com

















El mal profeta Balaam sentado hoy en nuestra iglesia. Pastor Randall Gamboa Guillén.

 El espíritu y la doctrina de Balaam dañando a la iglesia. He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prev...